Ahora que tras
mi pequeño accidente, comer una manzana se ha convertido en un deporte de riesgo, uno se plantea la posibilidad de un implante dental como solución definitiva (bueno, vale, en el mundo real no necesito de ninguna solución tan desesperada, pero a quién le importa el mundo real...). Visitando la clínica dental del Doctor Maligno me han recomendado algunas soluciones:
(i) Implante de titanio-acero reforzado: el clásico, sirve para comer las conservas sin necesidad de abrirlas primero (¡qué fastidio!). Por desgracia, aunque hagas estas virguerías al masticar, es probable que tu aparato digestivo no aguante tales trotes. Recomendado por
Tiburón y otros enemigos de James Bond (en la peli es acero inoxidable, pero nunca nos hemos preocupado de esos detalles).
(ii) Implante de vibranio: con el tus dientes no volverán a partirse, aunque le digas hijo puta a Balrog, Sagat te de una patada en las napias, o cualquier otra eventualidad de las que ya estamos acostumbrados los que pasamos media adolescencia jugando a Street Fighter. Suele tener efectos mutagénicos de esos o algo así, y se vuelven más duros con el tiempo. Algunas contraindicaciones, pero depende de quién sea el guionista de tu vida como superhéroe.
(iii) Implante de kriptonita: cubierto de una capa de porcelana o composite blanco para suplir el problema de su color verde, bastante antiestético en nuestra dentadura. Es bastante aconsejable si tu principal enemigo es Supermán. También existe una versión con funda extraible de plomo por si quieres darle una sorpresa durante una comida de negocios.
(iv) Implante de adamantio: así no tendrás nada que envidiarle a Lobezno. Es genial, más duro que el titanio-acero reforzado. El precio aproximado por una pieza dental puede rondar los diez millones de euros. Si además gozas de una partida secreta de investigación militar de unos cinco mil millones de euros, digamos, puedes reemplazar no sólo tus dientes, sino tu estructura ósea completa, por adamantio. Lo fliparás.
(v) Implante de adamantio antimagnético: la vanguardia de los implantes dentales. ¿Harto de tener problemas con tus piezas dentales de adamantio cada vez que te encuentras con Magneto? ¡Esta es la solución! La desventaja, como no, es el precio: unas diez veces superior al de adamantio normal.
Bueno, por ahora lo dejamos. Ya me he cansado de escribir...
¶