Hola a todas y todos, amigas y amigos becarias y becarios, y también a todas las gatas y gatos que lean este blog.
Estoy en Luminy, cerca de Marsella, en un centro de matemáticas del CNRS, en fin, que algunas charlas son un rollo, y hay un mosquito/abeja/bicho-volador rondándome ahora que parece un helicóptero apache con tomahwaks y todo, pero la gente es sensacional, y nos estamos riendo mucho, y además, nosotros, sí, el grupo de españoles, practicando el deporte nacional de criticarlo y recriticarlo todo. Pero la verdad es que esta vez tiene la cosa fundamento, porque este campus, aquí, en mitad de la nada, es más un camping desangelado de los años ochenta que otra cosa, con unos comedores donde sirven un rancho repulsivo y sin un solo supermercado en kilómetros a la redonda, ¡para qué sirve entonces el minifrigorífico de la habitación de la residencia de estudiantes!, supongo yo que será para que se traigan los tupper de la mamma, porque comer aquí todo un año puedo acarrear problemas graves de salud.
En fin serafín, al menos hay wifi, no en las habitaciones, pero sí en la Biblithèque. Pero bueno, al menos no estamos en la ciudad, entonces sería mucho peor. Sucia, fea, peligrosa, así es Marsella amigos. Si venís a Francia intentando que sea el viaje revelación de vuestra vida porque estáis platónicamente enamorados de este país, no empecéis por aquí. Es lo peor. Acercáos a Avignon pero no paséis de ahí. Herr Spock pixit.
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