¿Por dónde nos habíamos quedado? Creo que por que
los documentales manga de la NHK estaban guays, y bla, bla, bla. Sigamos.

El Árbol de la Vida no toma prisioneros.
Bien, bien, pero lo que sin duda más me sorprendió fue la interpretación manga de la evolución. Dudo mucho que lo que dicen en los documentales sea
Biomaxi Approved, pero está muy, pero que muy molón. La idea básica es que sin grandes desastres a escala planetaria, la evolución no lleva a la vida a ninguna parte interesante, sólo a que la vida se diversifique y adapte según las necesidades de una selección natural descafeinada para nenas. Sólo cuando se congela el planeta entero, los niveles de oxígeno bajan a cotas ridículas, u ocurren cosas peores, como una guerra termonuclear total, es cuando se producen saltos evolutivos que dan lugar a cosas increibles, como células eucariotas, organismos pluricelulares, o tal vez los X-men, Tetsuo, o quizás
supercomputadores malignos como Colossus o HAL9000 en un futuro cercano.
Y por supuesto está lo mejor: el árbol de la vida no toma prisioneros. Tu especie está a la larga condenada a la extinción. Eso junto con la sensación de vértigo: si los desastres que mediante una cadena larguísima de casualidades a cada cual más inverosimil han dado lugar a seres blogosféricos hubieran sido un poco más desastrosos, la vida en la tierra podría haber desaparecido, o ser todavía microscópica. ¡Me encanta! ¡Es como hacer un manga basado en los libros divulgativos de Gould!
Como resumen de que nos tratan de decir estos docus manga, valga como ejemplo el comienzo del segundo de los documentales, que resume la idea recurrente que vemos en los otros cinco docus de la serie:
Hace dos mil doscientos millones de años, y luego, por segunda vez, hace unos ochocientos millones de años, la tierra se vió enteramente cubierta por el hielo. Vista desde el espacio, esta enorme bola de nieve tenía el aspecto de un planeta muerto. En su superficie reinaba una temperatura de unos cincuenta grados bajo cero.
(En estos momentos la música que comienza a sonar nos sobrecoge. Se me erizan los pelos del culo. Se me quedan como escarpias.)
Todas las tierras habían desaparecido bajo una espesa capa de hielo, tal como ocurre hoy en el continente antártico. El propio oceano se había congelado hasta una profundidad de mil metros. Estas grandes fases glaciares se prolongaron durante millones de años, llevando hasta el borde de la extinción la vida microscópica que se había desarrollado en la tierra.
La fundición de todo ese hielo condujo al planeta a una fase de intenso recalentamiento. La temperatura se elevó entonces hasta los cincuenta grados centígrados. Gigantescos ciclones, con vientos que alcanzaban los diez mil kilometros hora estuvieron a punto de exterminar a los pocos microbios que habían sobrevivido.
Nuestros antepasados estuvieron entonces a punto de desaparecer. Sin embargo lograron sobrevivir a esta serie de catastrofes dando un espectacular salto adelante en la evolución.

¡Qué está ocurriendo! ¡¡¡Socorroooo!!!
Hace dos mil doscientos millones de años no eran más que una especie de bacteria, pero tras el primer gran episodio glaciar evolucionaron para dar lugar a las células eucariotas, todavía microbios, pero de un tamaño mil veces superior.
Lo de mil veces superior supongo que se refiere al volumen.
Más adelante, hace seiscientos millones de años, inmediatamente después de la segunda glaciación, las primeras formas de vida macroscópica hicieron su aparición.
(Comienza una progresión musical. Se me vuelven a erizar los pelos del culo.)
En cada uno de los grandes episodios glaciares, la vida creció en tamaño y complejidad. ¿Existe una relación entre estos sucesos catastróficos y el brusco crecimiento de los seres vivos? ¿Y si los terribles episodios glaciares hubiesen jugado precisamente un papel crucial en el proceso evolutivo que un día daría origen a la humanidad?
(En este momento mi nivel de endorfinas es tan sólo un 10% inferior al mortal. Alcanzo el nirvana y siento que floto en el aire bajo la promesa de la evolución.)
Y bueno, esto ha sido suficiente por hoy... para mañana, pasado, o cuando nos de por el temita, escribiremos nuestra reflexión final, previo maratón de los seis documentales de una tajada. ¡Hasta luego!
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