Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
Logo oficial de la plataforma "I want to believe", cuyo objetivo es ayudar a los becarios y estudiantes de doctorando dándoles apoyo moral de todo tipo. Sí, amigos, hay luz al final del tunel, y no siempre se trata del tren que viene a arrollarnos.
Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
Todos tenemos miedos completamente irracionales a muchas cosas, pero en mi caso no sólo son irracionales sino completamente estúpidas. A menudo me pregunto, ¿cómo he podido desarrollar fobias tan absurdas a lo largo de mi vida?, y no encuentro respuesta.
Un ejemplo curioso ha sido mi maremotofobia, que sufrí durante varios años, coincidiendo con cuando comencé a estudiar en la universidad. Siempre que estaba cerca de la costa, miraba nervioso a la playa a ver si por casualidad se retraía la línea de costa para en tal caso comenzar a correr. Mi pesadilla favorita eran inmensos maremotos destrizando todo resto de la civilización cerca de la costa. Sin duda es muy irracional, pero aunque ya superé mi maremotofobia, nuevas y más ridículas fobias la han sustituido con creces.
Entre mis fobias más recientes está la vinchucofobia, o miedo irracional a las vinchucas, que transmiten el temible mal de Chagas. Es especialmente irracional si tenemos en cuenta que vivo en España, a miles de kilómetros de Sudamérica, en donde este insecto se dedica a picar a todo hijo de vecino. Pero claro, nunca se sabe si cualquier día deciden montarse en el avión y lanzarse en paracaidas sobre mi casa. El comando vinchuca podría estar tramando algo horrible contra mí mientras, confiado, veo la tele o escribo en el blog. Mi paranoia llega a tal punto que examino todo bichito que me encuentro por casa que pueda parecerse, aunque sea lejanamente, a la vinchuca. Esto es peor que cuando dejé de comer cerdo por miedo a la triquinosis. Pero bueno, ¿quién ha vencido con facilidad a sus enfermedades mentales?
Así que nada, si alguno de vosotros tiene la clave para vencer esta nueva fobia, que me ayude. Si por el contrario también padecéis de vinchucofobia a pesar de vivir en España o algún otro punto de Europa, decídmelo, para ver que no estoy solo en la lucha contra este miedo.
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Teniendo en cuenta que el primero y único caso de miocardiopatía dilatada en España se ha descrito en un varón boliviano en el año 2005, dudo mucho que el mal de Chagas constituya una seria amenaza para el hijo de un vecino. Me preocuparía más por la malaria, por ejemplo. Las estadísticas epidemiológicas siempre suelen ser muy útiles. Además vendría bien un comentario de Nfer a este post.
Algernon, ¿para qué le has dicho eso a Becario-E?, ahora sí se va a asustar de verdad pensando que la enfermedad ha llegado a España.
Para superar los miedos irracionales lo mejor es la ciencia ficción optimista, estilo Star Trek, oye, no sabes lo bien que se queda uno pensando: "al final va a salir todo bien y vamos a viajar a donde ningún hombre ha llegado jamás". Además, ahora la NASA esté pensando en construir una Base Lunar de nivel 1 en la Luna, aunque eso, según Star Trek debería ocurrir más tarde, casi a finales del presente siglo, porque la Tercera Guerra Mundial, que debe estar a punto de comenzar da al traste con todos los planes. Y hablando de guerra, ¿no tienes fobia a que un terrorista se haga con una cabeza nuclear y la lance por aquí?
"I must not fear. Fear is the mind-killer. Fear is the little-death that brings total obliteration. I will face my fear. I will permit it to pass over me and through me. And when it has gone past I will turn the inner eye to see its path. Where the fear has gone there will be nothing. Only I will remain."
--- Frank Herbert, Dune - Bene Gesserit Litany Against Fear
No, no creo que nada me haga superar esas extrañas fobias irracionales que tengo. Probablemente seguiré inspeccionando cada insecto sospechoso que me encuentre en casa durante bastante tiempo, y me pondré nervioso al acostarme pensando que el comando vinchuca puede atacar esa noche. Pero bueno, la vida así es más entretenida.
Sobre lo de las armas nucleares, ya superé hace tiempo esa fobia, que tanto me preocupó en los ochenta. ¿Sería tiempo de revivirla?
Por cierto, Algenon y Herr Spock, con lo frikis que sois, ¿no tenéis ninguna fobia extraña?
Pues... soy claustrofílico y fetichista del pie femenino, pero fobia, lo que es fobia... tengo miedos y estreses variados, pero déjame pensar... hmmm...
Creo que le tengo un moderado respeto a las arañas, y asco a las cucarachas. No sé. Cuando se me ocurre una fobia te la digo.
Siento informarte de que he tenido la oportunidad de ver a un miembro del comando vinchuca hace poco más de una semana. No te preocupes que no te asaltarán mientras veas la tele o escribas en el blog, esperaran hasta que el sueño te venza y te quedes completamente a oscuras, entonces bajaran poco a poco hasta tus labios y te darán un montón de besos.
Creo que las probabilidades de que llegue una vinchuca infectada aquí de momento son escasas, aunque teniendo en cuenta que en los EEUU ha habido casos...
¿Qué puedes hacer?
-dormir con la luz encendida
-sellar todos los huecos y rendijas de tu casa, especialmente los que haya en el techo.
-eliminar todos los muebles de la casa
-fumigar la casa con frecuencia
-no te arrasques ninguna picadura, mucho menos si está cercana a los labios
-déjate de tonterias y piensa en lo complicado que tiene la vinchuca llegar hasta tu casa, picarte y además tener la suerte de estar infectada.
Bueno, bueno, de todas formas no es la fobia más rara que he tenido nunca. Quizás sea más extraña la que tuve de pequeño: Helioscatofobia, o miedo al destino final del sol.
De pequeño era un niño alegre que se dedicaba a coleccionar las pegatinas de dinosaurios que te venian con los gitanitos, y que le encantaban los libros con grandes ilustraciones de brontosaurios, triceratops y otros simpáticos bichitos. Pero alguien trajo la palabra miedo a mi feliz vida, y aparecio por casa el libro Cosmos de Carl Sagan, que por desgracia no lleva ninguna advertencia sobre que se lea con una edad mínima (o puede producir pesadillas). Y leí que con el tiempo, miles de millones de años, el sol se hincharía, la tierra se calentaría, sus mares se evaporarían, y por último sería un horrible desierto, y finalmente incluso podría ser tragada por el sol, y aun peor, el sol expelería sus capas exteriores y el sistema solar moriría. Simplemente no estaba preparado para esta revelación tan terrible. Me daba miedo abrir el libro por determinadas páginas fuese a ver una serie de imagenes en donde se describían los hechos. También me daban miedo los agujeros negros. Comprendía racionalmente que todo eso ocurriría mucho después de mi muerte, y de la muerte de los hijos de los hijos de nuestros hijos, etcétera, etcétera, etcétera, pero con siete años la diferencia entre cinco años y cinco mil millones era meramente numérica y no te produce la sensación de calma que con diez, cuando se transforma en una auténtica diferencia conceptual. Fue mucho peor que el capítulo de la abeja Maya en la que Willy queda atrapado en una planta carnivora que lo va a digerir vivo. Pensaba, ¿y si se han equivocado y el sol comienza a convertirse mañana en una gigante roja? Además, ese libro maldito también avivo mi miedo a la guerra nuclear total, que me impedía conciliar el sueño por las noches. En resumen, una mala lectura por aquel entonces.
Y bueno, gracias por los consejos, putobecario, aunque lo de no rascarse las picaduras de vinchuca ya lo sabía (igual que lo del retraimiento de las costas cuando hay un maremoto, así que de algo sirvió mi maremotofobia y el miedo con el que leía los sucesos que acontecieron en Lisboa hace tres siglos).
Jeje, yo también tuve ese miedo a que el Sol explotara y tal, no sé en qué libro también para adultos lo leí, pero a la mañana siguiente recuerdo mirar mi sobra de vez en cuando para comprobar que estaba igual que siempre, ergo el Sol también.
Jeje, yo también tuve ese miedo a que el Sol explotara y tal, no sé en qué libro también para adultos lo leí, pero a la mañana siguiente recuerdo mirar mi sobra de vez en cuando para comprobar que estaba igual que siempre, ergo el Sol también.
Pues a pesar de haber leído esas cosas de pequeño jamás he tenido un miedo terrible al destino final del Sol aunque si recuerdo una cierta curiosidad por verlo ¿Seré masoca?
Por cierto, creo que el único capítulo de la abeja Maya que recuerdo es precisamente el de Willy y la planta carnívora.
En algo tienes razón: las plagas, todo tipo de pestes, viajan con nosotros, sobre nosotros, dentro de nosotros o en nuestros medios de movilidad. Lo que hace posible, pero ignoro cuán probable, que las vinchucas puedan llegar hasta tu entorno.
Un enlace que puede ayudar (a evitar tu pánico, el mío es a...las cucarachas, que sí están en todas partes)
QUE MAL Q TENGAS ESE MIEDO TENIENDO EN CUENTA Q ESTAS MUY ALEJADO DEL MAL SOLO TEN EN CUENTA QUE CUANDO TE TOCA, TE TOCA YA SEA CON VINCHUCAS O CON OTRA COSA MEJOR DISFRUTA Q LA VIDA ES BELLA