Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
Logo oficial de la plataforma "I want to believe", cuyo objetivo es ayudar a los becarios y estudiantes de doctorando dándoles apoyo moral de todo tipo. Sí, amigos, hay luz al final del tunel, y no siempre se trata del tren que viene a arrollarnos.
Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
Quisiéramos hacer un llamamiento, desde éste nuestro blog, a todas aquellas personas interesadas, para que no dejen de acudir a ciertos cines que ofrecen ofertas suculentas para los asiduos a este divertimento audiovisual.
El pasado miércoles decidí ir al cine que hay en el comercial Neptuno de Granada. Cual fue mi sorpresa cuando en la entrada se tiró a por mí una señorita con un folleto en la mano y con actitud inquisitiva. Tuve que leer aquel papel (a riesgo de perder mi vida si me negaba), y en su interior descubrí todo un mundo de ofertas que podrían dejar perplejo a cualquiera. Éstas venían a decir algo así como que si presentaba 10 entradas de cine, me daban una tarjeta electrónica con la cual podría ir acumulando puntos. Acumulemos puntos, pues... (pensé para mis adentros). Seguí leyendo, y descubrí que por cada entrada que presentaba me daban 1 punto. Me dije: bueno, veamos qué me dan por un punto.¡NADA! Necesitaba 7 puntos para conseguir una coca-cola pequeña!¡Y otros 7 para un cartón pequeño de palomitas! Además, ¡sólo con 30 puntos es cuando se dignan a darme otra entrada de cine gratis! Tendría que ir al cine una vez por semana durante un año entero para hacer mis sueños realidad...
En vista de esto, y puesto que no me quiero morir de hambre ni de sed cuando vaya al cine, he pensado en ponerme en la salida e ir mendigando las entradas a la gente que sale. En último extremo me pondría a rebuscar en las papeleras de la salida, que es donde la gente suele tirarlas.
Mi alegría fue máxima cuando me enteré de que este sistema de puntos iba a funcionar a partir de Enero en otros establecimientos de Granada, como bares, gimnasios, hoteles,... A ver cuántos puntos nos piden para un vasillo de agua. ¿Cuantos cubalibres hará falta tomarse para poder entrar en el servicio del bar?
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Bueno, en realidad hay más restricciones que no se han comentado. Por ejemplo, no se puede canjear por puntos más de cuatro entradas, por tarjeta y día. Es un chollazo de los buenos...
Esto es más complicado que los programas de "fidelización del cliente" de las compañías telefónicas.
Cuando veo una llamada oculta en mi teléfono, ya jamás la cojo. Siempre es de la auna de los cojones para que me apunte a una oferta que será la repera, y que bla, bla, bla... lo cual estará muy bien, pero es un bombardeo continuo y un cachondeo sin fin, y prefiero la tranquilidad a ahorrare medio leru al mes.
Yo recibo continuamente llamadas del banco, para que me cambie de cartilla, porque la que tengo no me produce nada. Después te lían para que te tengas que hacer ocho mil millones de tarjetas de crédito.
Hacen ofertas hasta en el Don Pepe. Creo que últimamente han puesto una oferta de 3 x 2, además de un seguro gratis para el sida.
Yo tomé la determinación de responder a esas llamadas, pero pasándomelo bien a la par que tratando de hacer reflexionar al sufrido interlocutor de lo denigrante de su trabajo. El mecanismo es sencillo: echar unas risas a su costa (total, pagan ellos). Normalmente este tipo de llamadas (de bancos o compañías telefónicas) suelen empezar con preguntas estúpidas del tipo "¿con quién hablo?" o "¿quién es?". Lo más inteligente en estos casos es responder igualmente con preguntas absurdas o afirmando ser el obispo de Mondoñedo, por ejemplo.
Que concha... es decir, si yo voy con mi familia, unos 10 digamos, entonces todos pagan igual, porque sólo se puede canjear hasta máximo 4 puntos por vez... es decir, tengo que separar a mi familia en grupos de 4 en la cola para poder todos canjear sus puntos y que uno logre entrar sin pagar! Asi no es...