Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
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Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
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> El increible monstruo de seis patas del Louvre <
¿Alguna vez se te ha metido un abejorro en el pantalón en la cafetería del museo del Louvre? No, no es ninguna historia de terror. Esto te puede pasar a tí. Y en efecto, a veces pasa.
Para entrar en contexto, les diré que la semana pasada estuve en París, y el miércoles en el Louvre. En papelera nos pasamos la vida viajando, como parte de nuestro estudio para tomar el mundo. Todo lo que hay en el museo del Louvre es digno de ser mostrado en un museo, y eso incluye a los abejorros. No es ninguna broma. Creo que no vi ni un puto bicho en toda mi visita, sólo esas vitrinas perfectamente preparadas que contenían objetos de un remoto pasado en un remoto lugar. Luego cansado, salí a tomar algo en la cafetería del Louvre. 4.90€ por un capuchino, creo. Vamos, lo normal (para París). Y en eso de tomarlo, empiezo a notar que algo se mueve en los pantalones, probablemente algo que se me habrá caido por algún agujero en el bolsillo, pensé. No le dí mucha importancia. Luego, como volví a notarlo y parecía que no se caía solo, decidí toquetear. Y eso se movía y yo no terminaba de encontrarlo. Volví a tocar, y ¡klak!, un pinchazo como de aguja en la rodilla, y toqué otra vez más, y ¡reklak!, otro pinchazo, y eso empezaba a escocer. Y me subí el pantalón para verme la rodilla, y diós, que casi me da un vuelco al corazón cuando un peazo de abejorro como un camión de grande sale huyendo de entre mis piernas. Un abejorro exactamente igual a este. Joder, y menos mal que me picó en la rodilla y no en los huevos, que se llega a meter en mis calzoncillos y ahora no lo contaba. Para colmo el capullo del camarero, al que no dejamos propina por memo y porque ya era suficiente con los 4.90€ del capuchino, le salvó la vida a ese bicho cuando mi amigo, que no tenía la rodilla como una tarta haciéndose en el horno, iba a matar a ese abejorro con la pata de una silla. Y encima no hicimos foto... un desperdicio.
La verdad es que es raro. En la vida me ha picado una avispa. Para dos veces que me ataca algún himenóptero las dos veces han sido abejorros. Y la segunda vez de lo más improbable... ¡42!
Menos mal que luego nos largamos a las galerias La Fayette a quitarnos las penas comprando regalos para la familia...
P.S. Proximamente en esta misma serie "Los voraces gorriones comedores de mostaza de Versalles". Garantizamos que para hacer esta segunda entrega se experimentó con animales. Y es que somos más guays que en el Body Shop.
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Herr Spock, no hay que ser tan radikal. Creo que lo mejor es que nos transformemos en un blog minimalista y conceptual en donde no se hable de nada pero que parezca muy guay.
De todas maneras pienso continuar con mi programa de experimentación animal.
na que ver, pero hoy al mediodía me han picado al menos media docena de "camachuí" o "camoatí" (Polibia scutellaris) que me hizo pegar el susto de mi vida - pero por lo visto he sobrevivido -.
Eso si escribo con una mano, por eso pinché mal el link y...estoy en Papelera, donde ¡también hay una víctima de estos animalitos!
Bueno...no era el Louvre, era en medio del campo, donde es más probable encontrarles...lo que sí, te comprendo ¡cómo duelen!
saludos, algo doloridos, de este lado del atlántico...
XDDD
mira, desde el otro lado del atlántico nos hacen caso, quizá deberíamos poner allí nuestra base de operaciones, además, creo que apartir de la semana que viene vamos a tener reportes desde la costa oeste...
Oye, Becario, ¿y no has pensado que a lo mejor era un abejorro radiactivo y te ha transmitido superpoderes? Nos vendría bien para el ejército... ¡el increible hombre-abejorro, capaz de zumbir tan fuerte que les destrozará los tímpanos a todos nuestros enemigos!
:-P
La primera noche la pasé muy preocupado, mewt, pensando que me saldrían dos patas extra y un aguijón, y que luego aprendería a caminar por las paredes. Pero no, no pasó nada.
De todas formas aunque no obtuve superpoderes en la granja apícola secreta del Louvre, volví con un gran tesoro en mi maleta. Dentro de poco lo revelaré con una foto que os pondrá los pelos de punta.
Desde este lado del Atlántico también os hacemos caso. Pero es que aquí los bichos suelen ser menos feroces :P
Un día que tenga tiempo (juas) buscaré las fotos de las arañas y otros convecinos de cuando vivía en México, para compartirlas vosotros y con Nfer y Cosme, que sé que les gustan :)
Será en Argentina, porque en el corazón del Amazonas prefiero no saber los bicharracos que habrá... seguro que sirve para hacernos superhéroes, o para terminar con unas ampollas de lo lindo.
pues yo no os cuento mi desigual combate con un bicho que ha tenido la desfachatez de entrar en mi apartamento, efectivamente, el combate ha sido desigual