Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
Logo oficial de la plataforma "I want to believe", cuyo objetivo es ayudar a los becarios y estudiantes de doctorando dándoles apoyo moral de todo tipo. Sí, amigos, hay luz al final del tunel, y no siempre se trata del tren que viene a arrollarnos.
Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
toda persona que fuma está declarando su estupidez a los cuatro vientos, al menos, la que cometieron en el preciso instante en que empezaron a matarse
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También matan los coches y supongo que no llamas estúpido a todo el que no se niega a salir a la calle. Empiezas a morirte desde que existes. La vida tiene plazo incluso para los humanos más saludables. Por otra parte la salud, que es un medio para disfrutar de la vida, se convierte a menudo en una excusa para quitarte todo lo que da placer.
Porque fumar da placer, mucho. Alguna gente que no ha fumado en su vida tiende a pensar que los fumadores lo pasan fatal tragando ese humo repugnante y que sólo siguen haciéndolo por la adicción.
Pues no. Cuando enciendes un cigarro y la nicotina te llega al cerebro, se produce una descarga placentera bastante más fuerte y más cercana que el miedo a las estadísticas sobre muertes por tabaco.
¿Que aun así es preferible no fumar? Pues claro. Pero calificar de estupidez una circunstancia de los demás que no entendemos no suele ser prudente.
Fumar es un placer,
letal, mortal...
Fumando espero
el cáncer que yo quiero,
tras los cristales
de alegres ventanales.
Y mientras fumo
mi vida yo consumo
porque flotando el humo
me suelo adormecer.
Tendida en mi sofá,
fumar y amar,
ver a mi amado
mosqueado y cabreado,
sentir su tos molesta
decirme que la boca me apesta.
Estoy de acuerdo contigo, estúpida fuí cuando empecé y seguro que sigo siendo porque sigo fumando :(.
La verdad es que no tenemos ninguna razón para defendernos los fumadores, excepto que es una droga, que lo sabemos y que no lo dejamos.
Bueno.... yo tengo una, me creo con el derecho de elegir cómo morirme, será de un cancer de garganta o uno pulmonar.
Si el tabaco se pudiera dejar al momento, muchos más lo dejarían. Pero es una droga y, como la mayoría de las drogas, crea adicción. Te lo dice una no-fumadora rodeada de fumadores.
Spock, los humanos no funcionamos así, ni el tabaco. No te haces adicto al tabaco (ni a ninguna otra cosa) con una dosis. Tiene que pasar mucho tiempo de que sea un hábito para que se convierta en adicción.
Es curioso que ha desaparecido casi por completo de cualquier especulación sobre los humanos un concepto que era clave cuando yo era chico: la voluntad.
Quizás es un concepto políticamente incómodo, que no puede medirse fácilmente y que lleva a juicios de valor sobre las personas.
El caso es que ya no se habla de "fuerza de voluntad" salvo para proclamar el inocente defectillo de su total carencia.
Pero está clarísimo que de esa "fuerza de voluntad", sea cual sea el concepto correcto y los mecanismos reales que estén detrás, sigue teniendo un peso enorme en nuestras vidas.
El ignorar sus matices lleva a plantearse las cosas de forma excesivamente radical. La mayoría de las personas no tienen "lo que hay que tener" para vivir exactamente como creen que deberían vivir. Puedes pensar que cada día tienes que ducharte, afeitarte, hacer deporte, comer sano, usar el transporte público, no gastar en tonterías, visitar a la familia, ser amable con los vecinos y no te digo na' si tienes hijos.
No son sólo tu propio criterio y las reclamaciones de los que te rodean, sino que además hay campañas mediáticas que te presionan desde todos los puntos para que seas un buen ciudadano, dones a las organizaciones humanitarias, no fumes, no te drogues, conduzcas prudentemente, recicles... hay una presión continua sobre una persona para decirle cómo debiera ser, que normalmente no coincide con lo que a uno le apetecería hacer.
Y entonces nos encontramos con ese campo de batalla de la voluntad, donde se libran mil pequeños combates entre lo que nos da la gana hacer y lo que nos dicen que hagamos.
A mí me parece necesario un buen cargamento de escepticismo contra la lluvia de mensajes moralizantes que nos cae constantemente. Porque los que lanzan esos mensajes venden algo y a menudo choca con nuestra conveniencia.
Un ejemplo: cuando yo estaba dejando de fumar, hace ya unos añitos, lanzaron una campaña contra el contrabando de tabaco. El cartel mostraba a un presunto empleado de la red de narcóticos legal que se había quedado sin empleo y se tapaba la cara con las manos sentado en un bordillo.
Se supone que buscaba despertar la pena entre quienes no compraban la droga legalmente, pero no veo ninguna razón para interpretar que yo tuviese igual culpa en su desgracia por dejar de fumar completamente.
No podemos comparar penas con manzanas, una cosa es que le pongas buena cara al vecino (que si no se la pones no pasa nada), y otra cosa es que conduzcas indebidamente o te drogues (que te puedas matar).
Y si es verdad que la fuerza de voluntad ha desaparecido como tantos otros valores, con lo cual, los fumadores se "escudan" en su falta de ella para seguir haciéndolo; también ha desaparecido la muerte de la sociedad, antes había cosas que si las hacías te morías, como tener un accidente de coche, o drogarte, o pillar el sida, o fumar también, ahora todo es más suave, te puedes curar, te puedes tratar, te puedes operar, pero nunca te mueres. Pero no, hay cosas que matan.
Señor Spock, tengo que disentir con muchas de sus opiniones y ni siquiera sé por dónde empezar. Desde que no pasa nada por poner mala cara al vecino (lo puedo entender por ser usted vulcaniano y carecer de malas o buenas caras), a que el riesgo de muerte sea un argumento absoluto y aplastante para determinar lo que debe hacerse.
Para los humanos es importantísima la vida en sociedad y a veces no es tan importante la duración de la vida, comparada con la calidad, o sea lo que se disfruta de ella. Y disfrutar de la vida es un término subjetivo que cada cual hace a su manera y en la medida de sus posibilidades.
bueno, veo que no nos vamos a poner de acuerdo, pero da igual, la cosa es que yo no digo que la cantidad de vida sea más importante que la calidad de la misma, pero, si, a priori, se puede evitar reducir la longitud de la misma, y también su calidad (no me digas tú que fumar aumenta la calidad de vida). Además, luego está la gente que no fuma, tiene que aguantar a un fumador a su lado, que ve reducida su calidad de vida en ese momento porque el tabaco apesta, te pone los ojos rojos, te hace toser,...