Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
Logo oficial de la plataforma "I want to believe", cuyo objetivo es ayudar a los becarios y estudiantes de doctorando dándoles apoyo moral de todo tipo. Sí, amigos, hay luz al final del tunel, y no siempre se trata del tren que viene a arrollarnos.
Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
Ya describimos en una anterior historia un curioso sueño tecnológico: poder recrear el fuego del que nacio el universo, el fuego de Planck, y ser capaz de dominarlo según nuestras necesidades, especialmente en la fabricación de nuevos materiales, la forja de Planck.
Una curiosa criatura tecnológica que puede nacer de una forja de Planck es el martillo de Planck. Si pensamos por analogía a una forja de fuego químico (podríamos llamarla la forja de Bohr), habría un yunque y un martillo. El martillo es por tanto el generador de energía para obtener el fuego de Planck.
No hace falta darle muchas vueltas a la cabeza para ver que el martillo de Planck es el arma definitiva. Y el arma por la que Nietzsche suspiraría. Es un arma cuyo poder sirve para desatar el fuego de la creación, el fuego con el que Dios o el Demiurgo creo este universo. Y con ella nos podríamos enfrentar a los dioses. Con ella podemos realizar de manera literal el sueño de Nietzsche: matar a Dios. Por lo tanto se trata de un arma que no sólo tiene un gran valor tecnológico, sino también un gran valor filosófico y hasta místico. ¡El martillo de Planck incluso permitiría hacer filosofía nitzscheniana experimental! ¡Podríamos hacer de la filosofía una ciencia exacta!
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hey, hey, hey, ¿por qué va a ser el martillo tuyo?, además, con una vez que se use estará el trabajo hecho: que quieres invertir el signo del campo gravitatorio de un planeta, zaca!, y ves cómo se desintegra, ¿que quieres provocar una supernova?, zaca!, asunto resuelto. Todo lo inimaginable sería posible...
¿Quién más adecuado que el que tanto tiempo lleva predicando que hay que aplicar el fuego del Creador a todo bicho viviente (a unos antes que a otros, eso sí) para dispararlo a troche y moche por el universo?
Estela Plateada va a ser que no, por calvo y por medianena (ya lo dijeron Galactus y su mujer más de cuatro veces), así que eso sólo deja otro candidato.
Pero bueno, que si no, mientras alguien se entretiene en fabricarlo, deberíamos buscar modelos resultones(as) para ponerlo en un calendario de fotos con que anunciarlo al mundo, porque aunque la cosa ha ido a mejor, aquello de Bikini Girls With Machine Guns siempre me pareción ramplón y poco místico.
Ahora, con el Martillo de Dios Planck, el futuro tiene otro color...
Bueno, mientras por Trento nos dedicamos a decidir qué es herejía y qué no en física nuclear, también ponemos ideas sobre la mesa, que un servidor está recogiendo para cosas como armas de próxima generación o quién sabe. Tal vez no logremos crear el martillo de Planck en mil generaciones, pero ya se me ocurrirá algo malvado e hijoputoso que contruir y que haga también mucha pupa.