Esta es Deinococcus Radiodurans, nuestra simpática mascota. En caso de una guerra termonuclear total ella sería la única superviviente, y sería su triste cometido repoblar el planeta.
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I want to believe
Logo oficial de la plataforma "I want to believe", cuyo objetivo es ayudar a los becarios y estudiantes de doctorando dándoles apoyo moral de todo tipo. Sí, amigos, hay luz al final del tunel, y no siempre se trata del tren que viene a arrollarnos.
Acertijo Papelera
Él empezó negociando con los Pawnee, y su amigo tuvo una vez una flecha tres años clavada en la espalda, hasta que se la quitaron sin anestesia. Sin embargo, hacia 1843, juntos, y sin ellos saberlo, faltaría más, hicieron algo que ayudó a configurar el actual mapa de su joven país. ¿Qué fue lo que hicieron, y a qué favoreció? Pincha aquí.
El Quijote es una obra muy mal entendida. Con esto no me refiero a que se la entienda incorrectamente, sino a que le hemos dado un halo de sacritud que la desfigura, sobre todo para la gente irresponsable e irrespetuosa como nosotros (ya iremos poniendo unas caricaturas), los papeleros.
El asunto es que dejemos de lado toda esa mierda sobre que si obra maestra, que si culmen de la literatura, que si habría que leerlo, que que fundamental para la cultura moderna, que como me inspira y demás. Coño, que Cervantes no era alemán. Para lo antes mencionado ya tenemos a Goethe. Y si quitamos de delante nuestra toda la cortina de humo que han creado tantos cultivatas de la cosa esta que hablamos, qué nos queda. Algo sencillo. La historia de dos mendas que se largan por ahí a hacer el pollas. Un tío ido de la perola y un cazurro. Todo el puto Vollkgeist friki universal resumido en dos personajes.
Para que nos entendamos. ¿Cómo habría sido el Quijote si Cervantes lo hubiera escrito hoy? Un primer planteamiento de la pregunta puede ser este: Don Quijote se cree caballero Jedi y decide abandonar su pequeño pueblo en la sierra de la provincia de Cádiz en donde tenía una inmensa colección de juegos pirateaos pa la play I y II, pa la dreamcast drinkast, y hasta el wildcart de la supernintendo, un msx y cientos de juegos de konami que aún funcionan, un montón de películas manga en divx en vo con subtítulos, y su impresionante colección de comics de la Marvell y de DC, para ir a enfrentarse contra los representantes del lado oscuro. Sancho corre tras el para evitar que haga ninguna tonteria. Don Quijote interpreta que Sancho es su Padawan (ya la hemos liao). Tal vez se dirijan en primer lugar a Algeciras o a Alcalá de Guadaira. No importa. Al final terminarán recorriendo todas las ferias de comics y manga de españa, y Don Quijote con sus poderes Jedi se dedicará también a fastidiar alguna partida nocturna de vampiros en cualquier gran capital española. Tarde o temprano vuelven a casa. El nombre Jedi de Don Quijote sería Quillo Llín o algo similar.
Por supuesto lo de Jedi y Padawan es una simplificación. Es la aproximación más isomórfica al concepto de Caballero y Escudero. Podrían ser otras miles de opciones. Por ejemplo, Don Quijote se cree el Capitán Kirk, e interpreta que Sancho es Scotty o el señor Spock. También puede que Don Quijote vaya por ahí con un pijama puesto en el que se vea pintado algún símbolo raro.
(Agradeceríamos igualmente las versiones que tuvieran a bien darnos nuestros lectores)
P.D. Queremos agradecer especialmente la colaboración de Becario Sin Nombre, por haber puesto las primeras piedras que produjeron la reacción en cadena que es ahora esta historia.
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Está clarísimo que el Quijote es la metáfora del otaku al que le gusta el cosplay y hace rol en vivo. Esta es mi particular versión que puse en un foro hace algún tiempo (lo mejor es la parte en la que queman sus mangas, pero la pondré en otro momento para no aburrir al personal :P):
En un país de la Tierra, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un otaku de los de manga en estantería, cientos de capítulos de anime, merchandising japonés y poster de Dir en gray. Un capítulo de anime cada noche, partida de rol los sábados, compras frikis los viernes y algo de visual los domingos, consumían las tres partes de su vida. El resto de ella trancurría entre cosplay en los salones de manga, y los días de entre semana visitaba foros de manga, anime y j-music. Tenía en su casa una madre que pasaba de los cuarenta y una hermana que no llegaba a los diez y un padre que se preguntaba qué había hecho él para marecer eso. Frisaba la edad de nuestro otaku con los diecisiete años; era de complexión recia, un par de kilos de más, gran dormilón y amigo de los programas P2P.
Es, pues, de saber que este otaku, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba en consumir manga y anime, con tanta afición y gusto que olvidó casi de todo punto el mundo que le rodeaba, y aun las clases del instituto. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto que únicamente pensaba en conseguir anime, y así, se bajó todos cuantos pudo haber en el E-mule y Bittorrent; y de todos, ningunos le parecía tan bien como Naruto, porque lo increíble de su historia y aquellos imposibles combates le parecían alucinantes, y más cuando llegaba a ver aquellos increíbles capítulos que le hacían reflexionar sobre su existencia:
Que es el anime mi tesssoro,
que es mi dios Mana-sama,
mi música, el j-rock,
mi única patria, Japón... dattebayo!
Y también:
Yo no maldigo mi suerte
porque otaku nací.
Y aunque me ronde la SGAE,
tengo bien lleno mi disco duro.
Soy otaku
y templé mi corazón
con manga y anime.
Soy otaku
y con Naruto, Love Hina y Fullmetal Alchemist
me quito las penas... dattebayo!
En resolución, él se aficionó tanto que se pasaba las noches bajándose anime, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho ver anime, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que veía en en el anime, así de enfrentamientos, como de traiciones, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentos y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo...
sacho!!, que historión, con el otaku ese, no pillo ni moscas, qué es Naruto?, yo es que soy más marvelita, de spiderman y vengadores, ya no sigo ni los mutantes esos...
Tampoco tiene que ser otaku. El capítulo podría ser más bien "La quema de los comics de Marvel y DC", en el que además se salvan a los comics de calidad de la hoguera. También podría ser "El borrado de los archivos P2P" en vez de una quema. Bueno, como sea.
Spock, Naruto es el nombre de un manga bastante popular (en círculos otakus, se entiende). Una especie de "Bola de dragón" actualizada.
En cuanto a la quema de mangas, este es el pasaje (aquí aproveché para también para hacer crítica de algunos mangas. El resultado fue que se me tiraron al cuello). El otaku se hace llamar Uzumaki-sama en honor a uno de los personajes de Naruto:
La SGAE le había estado siguiendo la pista a raíz de las largas horas en las que dejaba el ordenador encendido bajándose material y unos agentes habían ido a su casa a confiscárselo y hacerle pagar el canon por todos los CDs que tenía. Entraron todos, los padres con ellos y hallaron más de cinco mil CDs y otros cientos de mangas muy bien conservados en envoltorios de plástico y gran cantidad de merchandising, fruto de la asistencia a innumerables salones del manga y así como la madre los vió, volvióse a salir de la habitación con gran prisa, y volvió luego con una mascarilla y amoniaco, y le dijo al padre:
- Toma Manolo, rocía la habitación, no vaya a salir alguna cucaracha de los muchas que deben poblar esta madriguera.
Causó risa al padre la simplicidad de la madre, y mientras que los de la SGAE sacaban los CDs en grandes cajas, se dedicó a echar un vistazo a toda esa gran cantidad de mangas para ver de qué trataban, pues podría hallar algunos que no mereciesen el castigo del contenedor de reciclaje.
- No -dijo la madre- no hay para qué perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores, mejor será meterlos en una bolsa y llevarlos al contenedor de la esquina.
Y el primero que el padre le dió en las manos, fueron los tomos de Dragon Ball, de Planeta, y dijo uno de los de la SGAE:
- Parece cosa de misterio esta, porque, según he oído decir, este manga fue el primero que se imprimió en España, y todos los demás han tomado principio y origen de este; y así me parece que como a dogmatizador de una secta tan mala, le debemos sin excusa alguna condenar al contenedor.
- No, señor -dijo otro de los de la SGAE- que también he oído decir que es el mejor de todos los mangas que de este género se han compuesto, y así, como a único en su arte, se debe perdonar.
- Entoces -dijo el padre- y por esa razón se le otorga la vida por ahora. Veamos ese otro que está junto a él. Es Di Gi Charat. Toma, Felisa, abre esa bolsa y tíralo, que sea el primero del montón de los que sean para reciclar.
Hízolo así la madre con mucho contento, y la niña-gata de Dejiko fue directa al negro agujero de la bolsa de basura, esperando con toda paciencia su camino para convertirse en pulpa de papel.
- Adelante -dijo el padre- Este que viene, ahora es Ranma 1/2, y aun todos los de este lado, a lo que creo, son de la misma autora.
- Pues vayan todos a la bolsa -dijo la madre- que ese dibujo chino maldito fomenta la homosexualidad.
- ¿Y este otro? -dijo la madre.
- Este es Yaiba -respondió el padre.
- El autor de ese manga -dijo un agente de la SGAE-, fue el mismo que dibujó Magic Kaito, y en verdad que no sepa determinar cuál de los dos mangas es más peor, o por decir mejor, más infumable; solo sé decir que será mejor que lo arrojen a la bolsa de basura por disparatado y arrogante.
- Este que sigue es Rurônin Kenshin -dijo el padre.
- ¿Ahí está Kenshin? -replicó otro de los de la SGAE que, al parecer, era entenido en la materia, fruto de la gran cantidad de decomisos y requisamientos que había hecho. Pues a fe que ha de parar presto al contenedor a pesar de su extraño nacimiento y soñadas aventuras, que no da lugar a otra cosa la dureza y sequedad de su estilo; a la bolsa con él, y con ese otro, señor Manolo.
- Este es Samurai Deeper Kyô -dijo el padre.
- Un manga bastante malo -dijo el entendido de la SGAE- y no hallo en él cosa que merezca venia; acompañe a los demás sin réplica...
Y así fue hecho.
Abrióse otro manga, y vieron que tenía por título Gals!. Por nombre tan inocente como este manga tiene, se podía perdonar su ignorancia; mas también se suele decir tanta niña pija resulta cargante: vaya al contendor.
Tomando el padre otro libro, dijo:
- Este es One Piece.
- Ya le conozco -dijo el experto de la SGAE- Ahí anda Luffy con sus amigos y compañeros, más piratas que Barbarroja, y su búsqueda del One Piece, el tesoro del que se dice que convertirá a quien lo encuentre en el Rey de los Piratas, como Cortés en Paper Mario: La Puerta Milenaria; y en verdad que estoy por condenarlo a destierro perpetuo, porque Usopp lo dobla Pepe Carabias en en anime.
Y abriendo otro manga, vió el padre que era Sailor Moon, y junto a él estaba otro que se llamaba Akira, lo cual, visto por el de la SGAE, dijo:
- Ese que se haga luego rajas y se pase por la trituradora, que aun no queden de ella los fragmentos de papel, pero el otro que se guarde y se conserve como cosa única. Este manga, señor Manolo, tiene autoridad por dos cosas: la una porque él por sí es muy bueno, y la otra, porque es fama que le compuso Katsuhiro Otomo. Todas las aventuras de Tetsuo son bonísimas y de grande artificio, las razones psicológicas y claras que guardan y miran el decoro del que habla, con mucha propiedad y entendimiento. Digo, pues, salvo vuestro buen parecer, señor Manolo, que este y Dragon Ball queden libres del contenedor, y todos los demás, sin hacer más cala y cata, perezcan.
- No, señor -replicó el experto de la SGAE- que este que aquí tengo es el afamado Black Jack y merece mejor destino que Son Goku y compañía.
La madre, por tomar muchos mangas juntos se le cayó uno a los pies del padre, que le tomó gana de ver de quién era, y vió que decía: Love Hina.
- ¡Válgame Dios! -dijo la madre, dando una gran voz ¡que aquí salen las niñas desnudas! Dámelo, Manolo, que hago cuenta que he hallado en él un dibujo chino pornográfico.
A todo esto entró nuestro héroe en su habitación y vió a sus padres y a los de la SGAE revolviendo y sacando todos sus tesoros. Sin embargo, la perturbada mente de Uzumaki-sama solo veía a los esbirros de Naraku que habían venido a robarle los fragmentos de la Shikon no Tama...
El Quijote me lo leí hace ya bastantes años, cuando tenía una fiebre lectora que me tragaba cualquier librillo en un santiamén (éste me llevó algo más). Me gustó mucho, me hizo reír, me aburrió a ratos, pero sobre todo me enseñó lo poco que había cambiado buena parte de la sociedad en cuatro siglos y que ya había gente inteligente entonces, que cuestionaba a la autoridad y que trataba de vivir a su aire.
Vaya por delante que me parece absurdo querer promover la lectura con ese libro. Es largo, complicado, muchos chistes ya no se entienden (y los chistes no hacen gracia si te los tienen que explicar) y en especial el personaje de Sancho es probablemente incomprensible para quienes se han criado en una ciudad, en un entorno de clase media.
El personaje de Don Quijote me sigue pareciendo actual y muy susceptible de ser "actualizado". El mundo sigue lleno de gente desocupada que se apunta a cualquier causa idealista y se enfada con el universo entero por no obrar conforme a lo bueno y lo justo de su causa. No se echan al monte, pero para eso ahora tenemos Internet.